Muchos padres tienen a sus hijos incluidos en su seguro de salud hasta que se casan. Incluso si no viven con ellos, mantienen el seguro hasta que forman su hogar, momento en el que consideran que ya es el momento de que tengan un seguro propio con su pareja. Y no está mal pensado, pero ¿por qué no regalar un seguro de salud a los novios?

Comenzar una vida en común supone muchos gastos y el seguro de salud no debería de ser algo a lo que se renuncie. Sobre todo, si se espera tener hijos en breve. Lógicamente, todos los padres quieren lo mejor para sus hijos y si hasta ahora el seguro de salud ha sido lo mejor, ¿no debería de seguir siéndolo?

Un regalo especial es hacer seguro adeslas familiar para la nueva familia que se está formando y pagar el primer año para que puedan disfrutar de todas las ventajas de su seguro y no renunciar a la mejor atención justo cuando más falta puede hacerles. De esta manera, podrán estar tranquilos en cuanto a su cobertura médica y ya tras el primer año, el de mayores gastos, hacerse ellos cargo de este pago. O seguir disfrutando de un año más de regalo con la excusa que se desee.

Sin duda, no es uno de los regalos habituales ni suele estar en ninguna lista de bodas, pero va a ser uno muy agradecido y que los novios van a saber apreciar, sobre todo si ya conocían de antes el seguro. Pero incluso si nunca se ha contado con este tipo de póliza, contratarla para el matrimonio es una forma de pensar en el futuro muy importante y un primer regalo indirecto para el futuro nieto o nieta.

Hay que tener en cuenta que la mayoría de las pólizas tienen un periodo de carencia, por lo que sí se espera tener hijos hay que contratar el seguro antes para que se haya cubierto este periodo cuando la mujer quede embarazada. Así, sabrá que podrá llevar el mejor control de la gestación y dar a luz en el hospital que quiere, contando con una habitación para ella sola en un momento de su vida en el que desea más que nada intimidad y poder disfrutar con su marido y con los más allegados de su bebé, sin tener que compartir cuarto con gente que no conoce.