La instalación de cortinas en oficinas y viviendas plantea pequeñas dificultades que sólo los expertos en interiorismo y decoración saben resolver. La longitud desigual de la tela en relación con el marco, la aparición de molestas arrugas y otros inconvenientes pueden afear incluso la mejor de las cortinas.

 

Gran parte de los problemas se originan en los soportes y varillas de la cortina. Aunque su configuración no es difícil, se recomienda considerar otras soluciones. Así, una excelente alternativa es el empleo de cierres de gancho y bucle, comúnmente denominados velcros. Debido a su utilidad, no sorprende que abunden en Internet tantos vídeos y fotos cortinas con velcro.

 

El uso de velcros en las cortinas facilita su adhesión al marco, sin necesidad de perforar su tela ni de agregar soportes y accesorios a la parte superior de la ventana. Gracias a su ajuste removible, de quita y pon, las cortinas así diseñadas pueden retirarse de forma completa, reduciendo su espacio al mínimo, ventaja de la que otras soluciones carecen.

 

Otra recomendación para instalar cortinas sin errores consiste en determinar su longitud y anchura y la de la ventana en cuestión. Esta medición, sin embargo, suele producir estimaciones incorrectas entre los menos experimentados, porque se olvidan a agregar esos centímetros extra que la cortina necesita para producir pliegues y maximizar su valor estético.

 

Además, los profesionales recomiendan realizar el corte de la tela considerando su impacto en la decoración del entorno. Así, las viviendas de estilo bohemio armonizarán con cortinas con numerosos pliegues y bucles y con una parte inferior alejada del suelo; los estilos modernos y minimalistas, por su parte, agradecerán un menor número de pliegues y una sección inferior a ras de suelo.

 

La presencia de arrugas en la tela puede ser un quebradero de cabeza para decoradores inexpertos. Prevenir este mal es simple: basta con planchar la cortina, de manera que esté libre de cualquier arruga indeseada a la hora de colgarla. La gravedad y la caída natural de la cortina evitarán que se arrugue nuevamente.