Las Islas Cíes ofrecen algo que muy pocos lugares ofrecen hoy en día: tranquilidad, naturaleza en estado puro y belleza. Y todo a tiro de piedra. Coger un barco cies cangas y pasar un día en las islas es fácil, pero parecerá que estás en un lugar totalmente diferente. Sobre todo si vives la experiencia de quedarte a pasar la noche. El camping cuenta con 800 plazas, pudiendo elegir entre llevar una tienda propia o alquilar una del propio camping con camas. Y una vez allí se pueden realizar actividades diversas.

Pero ahora que tan de moda está protestar por todo y hacerse oír en redes sociales y en páginas de reseñas aún cuando no se tenga razón, nos hemos encontrado con algunas críticas a las Cíes que no pueden menos que quitarnos una sonrisa. Una de las que nos hacen sonreír por su ingenuidad es la de una persona que deja en su reseña el comentario de que le ha gustado ir a las Cíes, pero qué le parece mal que sea obligatorio ir en barco. No sabemos si es un problema de geografía o si la persona pretendía que se le autorizara a ir nadando, algo que no resulta demasiado factible, pero su indignación ha sido motivo para que muchas personas rían.

Otra de las quejas que más comentarios ha generado ha sido la de una persona que daba una mala puntuación porque el agua del mar estaba muy fría. Bueno, es lo que tiene el Atlántico, tal vez contaba con que se la templaran un poco, tal como pensará que hacen cuando viaja al Mediterráneo. Hay que reconocer que el agua está fría, pero dar una mala puntuación a un lugar tan bonito y en el que hay tanto que hacer solo porque está como le corresponde por naturaleza, no deja de ser ridículo.

Por último, otra persona muy indignada se quejaba de las gaviotas, abundantes y que rondaban a la gente para robar comida. Aquí sí que deberían de dar una charla para educar a los visitantes que van a las islas, tal vez en el barco en el que les obligan a llegar allí, para explicarles que ese lugar es una reserva natural de aves. Que las gaviotas están protegidas en Cíes y que ellos son los invitados. Pero, sobre todo, que el comportamiento de las aves está en gran medida causado por la costumbre de la gente de darles comida pese a estar prohibido.