Es cierto que durante la adolescencia tuve algunos problemas de acné, pero nunca fueron demasiado graves. Lo que sin duda no esperaba es que con 30 años volviesen a aparecer los problemas y mucho más agravados. Lo primero que hice fue ir al médico de cabecera, pero tan solo me dio unas breves indicaciones y una pomada que no ha servido de mucho, al menos no de momento. Así que he llegado a la conclusión de que necesito algo más específico.

Y es que mi preocupación va en aumento y ya he empezado a buscar especialista tratamientos acne. Por lo que he leído, no es sencillo detectar la causa por la que se producen estas alteraciones dermatológicas, pero sí que parecen ofrecer algunas soluciones efectivas que, en cualquier caso, es necesario consultar con un profesional.

De lo que he leído lo que más me ha llamado la atención es en relación al estrés como posible causa para el acné, sobre todo en personas de más edad. Y, sin duda, esta variable puede aplicarse claramente a mí estado actual. Desde hace algo más de un año estoy ‘cardiaca’, como se suele decir. Es cierto que siempre he tenido un carácter nervioso, pero en los últimos tiempos creo que he cruzado la línea de lo que puede ser una vida normal a algo que ya no puede seguir así.

No cabe duda de que la situación sanitaria está influyendo mucho, así como las restricciones que nos obligan a cambiar nuestro ritmo de vida y nuestras costumbres. A esto hay que añadir una gran incertidumbre laboral que ha contribuido también a la ansiedad. Y todo ello se adereza con dificultad para dormir, mala alimentación y dolores de cabeza. Nada serio en ningún caso, pero todo junto acaba formando un cóctel de muy difícil digestión. 

Y en este contexto ha terminado por surgir un acné ‘galopante’ aparecido de forma repentina y también bastante agravado. Confío en que tal como ha llegado desaparezca, pero mejor me vendría acudir a un especialista tratamientos acné y que me indique cuáles son los pasos a seguir para recuperar el estado natural de mi piel.