Fue una de las primeras veces en mi vida que tuve contacto directo con la enfermedad. Cuando eres un niño no piensas en la muerte. Un buen día alguien desaparece y ya no piensas mucho más en ello, a no ser, obviamente, que se trate de un familiar o una persona cercana. Pero siempre recordaré el caso de Aurora, la vecina del segundo, porque fue un suceso triste para todo el edificio, también para mi madre.

Aurora era de esas personas extremadamente joviales, siempre con una sonrisa… o con una maldad. Era una persona muy extrovertida y que hablaba con todo el mundo. Yo tan solo era un niño pero siempre se dirigía a mí y me preguntaba por el colegio y esa clase de cosas, pero también era muy aguda y observadora y me comentaba algunas cosas tal vez no aptas para niños. Pero era su forma de ser. 

Durante un tiempo dejé de verla y oí a mí madre hablar con otra vecina sobre sintomas tumor mama. Ni idea, claro, pero aquello no sonaba nada bien. Un tiempo después volvió al edificio, pero no tenía pelo. Recuerdo sentirme súper impactado. Ahora me da mucha vergüenza mi desconocimiento. Seguro que ella acabó harta de que todo el mundo la mirara raro por no tener pelo. Pero ella seguía igual, ni una mala cara y siempre interesándose por mi mundo.

Aurora tenía dos hijos. El pequeño todavía vivía con ella. Era bastante mayor que yo pero también me caía bien. A él sí que le notaba bastante deprimido. Desde aquel momento nunca le volví a mirar igual. Y ahora me siento también avergonzado por ello. Es como un estigma. Me pongo en su lugar y siento que no debe ser nada agradable que la gente te trate diferente porque tu madre esté mala. 

Y un día no la vi nunca más. Tengo que decir que apenas pensé en ello. Tampoco se comentó mucho delante de mí aparte de lo de síntomas tumor mama que ya sabía. El hijo se fue a vivir a otro sitio y apenas le volví a ver. Pero de forma periódica me volvía a la cabeza la imagen de Aurora haciendo cosquillas en la escalera del portal.