1. Las pequeñas reparaciones en un barco no tienen nada que ver con otras ñapas. Por ejemplo, es necesario comprar pintura especial para náutica y naval y tienes que saber aplicarla correctamente. Los barcos están sometidos al agua salada que es muy corrosiva y es imprescindible que los materiales que se usan para pintarlos y adecentarlos sean de calidad y apropiados para este medio. Por eso, es mejor que sea un profesional quién haga este tipo de apaños que pueden parecer fáciles, pero que si no se hacen correctamente pueden estar causando corrosión y daños en el barco.
  2. Porque los motores de los barcos no son los motores de un coche. Aunque seas de esas personas que están acostumbradas a los coches de antes y a reparar de todo en ellos, tienes que pensar que el barco es diferente y si no tienes conocimientos sobre este tipo de motores es mejor que no los toques. Además, en un coche una reparación que no está del todo bien puede hacer que te quedes tirado en una carretera y tenga que venir la grúa a buscarte. Pero en un barco, todo va a ser mucho más incómodo porque puedes quedarte a mitad de una ruta y que te remolquen. Y si has cometido una negligencia, el seguro podría no hacerse cargo.
  3. Porque has comprado un barco para disfrutar, no para trabajar. Y es mejor que sean quienes de verdad saben lo que hacen los que hagan cualquier reparación que necesite el barco, con todas las garantías. Porque cuando te lo hace un profesional, tiene que darte una factura y eso te da una garantía que non vas a tener nunca si eres tú quién hace las reparaciones. En la mayoría de los casos, las chapuzas causan reparaciones mayores y de mayor precio del arreglo inicial.
  4. Porque hay muchas otras cosas que hacer en tu barco. Si quieres darle tu estilo y personalidad, puedes decorarlo y jugar con sus interiores. Eso ya te dará trabajo suficiente y conseguirás que tu toque único esté presente en el barco, pero sin riesgos para que este funcione como es debido. La decoración interior de un barco no es asunto banal porque hay que tener en cuenta la seguridad durante la navegación y también los materiales que resistan el ritmo de vida y los elementos a los que se enfrenta el barco.