Volar nos sale cada vez más barato. El mayor número de compañías que operan en el espacio aéreo español ha hecho que los precios sean más económicos que antes. Hace cuatro décadas volar era un auténtico lujo al alcance solo de las clases más pudientes. Hace dos, mucha más gente volaba, pero reservaban sus vuelos para ocasiones muy especiales como viajes a gran distancia.
Ahora, muchas personas cogen un avión para desplazamientos dentro del país, especialmente con ciudades como Madrid o Barcelona, de forma incluso semanal. Esto les permite vivir en un lugar concreto del país y desplazarse para reuniones de negocios o incluso para trabajar o estudiar durante la semana sin tener que mudarse.
Los vuelos son rápidos, seguros y ahora muy económicos. En algunos casos más baratos que un billete de autobús. Y en cuestión de muy poco tiempo se está en casa. Por ejemplo, quienes viven en Santiago de Compostela pueden acudir a Madrid en menos de una hora y, si no llevan nada más que una bolsa de mano que no hay que facturar, ni siquiera tendrán que acudir con excesiva antelación al aeropuerto. Además, se ahorrarán un buen pico en el billete si viajan sin equipaje.
Pero para quienes viven en los pueblos cercanos a Santiago, el problema estaba en llegar al aeropuerto, ya que el taxi es demasiado caro, el transporte público está limitado a un horario concreto, sobre todo con ciertos pueblos e ir en coche suponía pagar el alto precio parking aeropuerto santiago. Pero hasta eso ha cambiado ya que ahora existen parkings alternativos en los que dejar el vehículo.
Estos parkings están cerca del aeropuerto, pero no en sus instalaciones. De esta manera, el cliente deja allí el coche y la propia empresa responsable del aparcamiento traslada al viajero o viajeros al aeropuerto y los recoge una vez que vuelven de su viaje. Y todo por un precio muy inferior al de parking oficial. El coche queda en un recinto cerrado totalmente seguro y por el que no está constantemente circulando gente sin control.
Con todo esto, irse a Madrid durante unos día todas las semanas es mucho más económico y las distancias ya no son las mismas que antes. Algo que muchos trabajadores y estudiantes saben y agradecen, ya que pueden ver a sus familias con frecuencia, de manera rápida, cómoda y bastante económica.