Tu bar de tapas puede ganar mucho si además de las típicas tapas en horario de cocina ofreces un picoteo rápido durante todo el día. Por ejemplo, para quienes salen tarde de trabajar y quieren tomar algo rápido para poder continuar su día. O para quienes ya llegan tarde a tomar la penúltima en tu local y no quieren beber sin acompañarlo con algo sólido. O para quienes quieran una merienda más allá de las opciones dulces de las cafeterías. Son muchos los motivos por los que un cliente puede querer un picoteo fuera de horario de cocina.
Sin tener que poner la cocina propiamente dicha a trabajar, puedes ofrecer platos muy rápidos contando tan solo con una buena freidora doble, una plancha y un buen distribuidor de patatas congeladas. De una manera muy rápida y sin necesidad de contar con cocineros, podrás servir a tus clientes hamburguesas, perritos o, simplemente, bocadillos calientes acompañados de deliciosas patatas fritas. Incluso puedes añadir algunas cosas que se hacen rápidamente en la freidora, como unas croquetas, unos calamares o unos bocaditos de queso rebozados.
Las freidoras programables te avisarán cuando la comida esté lista, por lo que podrás seguir sirviendo a tus clientes sin preocuparte hasta que suene el aviso de que ha transcurrido el tiempo. Así, acudirás a levantar los cestillos y tendrás las tapas calientes y rápidas para tus clientes. Y siempre a tiempo, siempre disponibles y siendo un servicio más que atraerá a muchas personas que quieren comer fuera de los horarios establecidos.
Algunos bares incluso se especializan en algo en concreto para servir a sus clientes, como patatas fritas con diferentes salsas: brava, alioli, salsa de queso, barbacoa… puedes servirlas de manera individual o servir un plato de patatas fritas con una variedad de salsas para mojar. Un plato muy socorrido para picotear en grupo mientras se come algo y que además de resultar económico se tiene listo en cuestión de muy pocos minutos cuando se cuenta con patatas congeladas.
Seguro que contar con un servicio de este tipo aumentará la clientela, pero, sobre todo, se agradecerá por los clientes de siempre que podrán disfrutar de algunas alternativas para comer cuando se les ha pasado la hora habitual de comedor. Y a estas opciones calientes se le pueden sumar platos fríos que hayan quedado preparados, como ensaladillas, salpicones u otros.