Tal vez has escuchado hablar de la Ley de Segunda Oportunidad. Es una ley que permite a personas particulares, o autónomos con deudas que no pueden pagar, cancelarlas y comenzar de nuevo de cero. Pero esto no quiere decir que cualquier persona que se haya sobre endeudado pueda, simplemente, pedir que todo se anule y comenzar nuevamente. Hay que cumplir con una serie de requisitos que es importante conocer a fondo.
Nadie está libre de encontrarse en una situación en la que las deudas hagan que se vea con el agua al cuello. Una mala racha, un despido inesperado cuando se acaba de contratar una hipoteca, deudas por parte de una pareja con la que se está casado en régimen de gananciales…
La pandemia que hemos pasado ha hecho que personas que estaban en una situación económica más o menos desahogada hayan visto como, de forma inesperada, su cuenta bancaria se haya visto en números rojos. Por ejemplo, personas que acababan de invertir su dinero en un negocio que tenía muy buena pinta, pero que se vio paralizado muchos meses por la pandemia y, incluso, puede que ya no haya llegado a arrancar. Personas que han perdido sus trabajos o pequeños comerciantes que, pese a las ayudas, no han sido capaces de hacer remontar un negocio que, en algunos casos, ya estaba muy tocado.
En algunos casos, el intento desesperado por salvar la situación sin tener que pedir ayuda hace que las personas se acaben endeudando todavía más al recurrir a préstamos e incluso a tarjetas de crédito a los que finalmente no pueden hacer frente.
Si por estas u otras razones estás inmerso en deudas que no puedes afrontar, deberías de consultar con un Abogado experto ley segunda oportunidad en vigo para que analice tu caso y te diga si eres o no candidato a poder acogerte a esta ley. El experto estudiará tu situación y , si considera que puedes acogerte, te pedirá que reúnas toda la documentación necesaria para poder llevar a cabo la petición.
Te puede sorprender descubrir que puedes quitarte esa losa de encima y volver a reconducir tu vida. Incluso volver a intentar un negocio si quieres, ya que no quedará sobre ti ninguna marca que te impida reiniciar una carrera empresarial o pedir un nuevo préstamo si quieres, el día de mañana, comprar una casa o llevar a cabo un proyecto.