Cuando se habla de cortinas de verano y de invierno en algunas páginas especializadas en la venta de cortinas on line, algunos clientes se sorprenden. ¿De verdad que las cortinas dependen de la estación? Es cierto que hay muchos hogares en los que no se cambian en todo el año y lo normal hasta hace poco tiempo es que fuera así. Pero si nos remontamos a otras épocas descubriremos que las cortinas de verano y las de invierno no son ningún invento moderno.
En las mansiones y palacios de otras épocas el frío entraba por todas las ventanas, y eso cuando las había. Por esa razón se colgaban gruesos cortinones que durante el invierno impedían que pasara el frío y funcionaban como improvisado aislante para las ventanas.
Pero al llegar el buen tiempo, esos cortinones no dejaban entrar la luz y el sol y era preciso calentar el edificio y que la humedad acumulada en invierno se evaporara bien. Por eso, se retiraban todos esos cortinones y se cambiaban por paños más finos que dejaran entrar la luz. En ocasiones, no se usaban cortinas en verano, cuando la vivienda era suficientemente fresca, salvo en los dormitorios.
Hoy, las cortinas siguen siendo un buen aislante y complementan la función de la ventana. Pero también tienen un fuerte contenido estético. Mientras que en invierno queremos tener una sensación muy cálida en la habitación, en verano queremos frescor y eso no se consigue tan solo con el grosor de los tejidos, que es un factor o con el material. Sino también con el color de estos.
En invierno encontramos tonos cálidos como los marrones, los crema oscuros, azulones o granates para cortinas gruesas elaboradas en lonetas resistentes e incluso en tejidos más cálidos. Pero en verano los blancos, los cremas claro o los tonos pastel son los favoritos y el algodón muy fino, los tejidos satinados o los inteligentes que impiden el paso del calor son los favoritos.
Por eso, se ha vuelto a poner de moda tener cortinas de invierno y cortinas de verano, cambiando así la imagen de la sala de estar y adaptándola más a las necesidades y gustos de cada estación tal como hacemos con el resto de los textiles del hogar, como colchas o mantas para el sofá. Prueba a elegir unas cortinas de verano y verás que cambio da tu sala de estar.