Las malas digestiones son muy frecuentes. El ritmo de vida que llevamos hace que comamos mal, demasiado rápido y que además no tengamos los hábitos de vida más saludables. Pero, ¿sabías que muchos de los sintomas de cancer gastrico comienzan precisamente con malas digestiones?
Esto no quiere decir que cada vez que tengamos ardor de estómago o molestias haya que acudir al médico poniéndose en lo peor, pero si este malestar se prolonga en el tiempo hay que averiguar las causas ya que algo sucede en el estómago, ya sea que hay un problema en este órgano ya sea que estamos haciendo algo que lo perjudica.
Una de las cosas que más afecta a la salud del estómago y a la digestión es el estrés. Cuando una persona está estresada todo cambia en su organismo. Normalmente, se come mal y a deshoras y, además, el estrés tiene una clara incidencia en la flora intestinal y en la salud del sistema inmune. Todo esto hace que el estómago esté mucho más vulnerable. Si se junta esto con una mala alimentación o con hábitos como el tabaco o el alcohol, el problema está asegurado.
Las comidas excesivamente condimentadas, sobre todo cuando los condimentos no son naturales, también son una causa de malas digestiones. Se acaba consumiendo sal en exceso, azúcar refinado en exceso y químicos para dar sabor que actúan sobre la delicada capa protectora del estómago de una forma bastante perjudicial. Si además se come muy rápido, el impacto para el estómago será todavía peor.
La alimentación de mala calidad es también enemiga de las digestiones. Comidas con mucha grasa, poca fibra y una gran cantidad de calorías son frecuentes cuando se va con prisa: hamburguesas, pizzas, bocadillos de fiambres… Todo esto es difícil de digerir y obliga al estómago a realizar un trabajo extra. Si añadimos a todo esto el consumo de bebidas alcohólicas estaremos haciendo claras oposiciones a úlceras y a otros problemas como los reflujos.
El reflujo gástrico es una de las principales causas de malas digestiones y se produce cuando los jugos del estómago suben hasta el esófago. Esto puede ser debido a que las comidas que se consumen son malas de digerir y obligan al estómago a producir jugos de más, haciendo que acaben subiendo al esófago. También por problemas en la válvula que comunica al esófago y al estómago, que puede dañarse por diversas causas. Ante la duda, siempre hay que hablar con el médico para que encuentre la razón de la mala digestión.